jueves, noviembre 02, 2006

El hijo de Estafilé y de Baco



Se dice que Baco tuvo un hijo de Estafilé. Este hijo ¿puede ser otra cosa que la misma materia venida al rojo, que los filósofos han llamado vino blanco cuando es blanca y lechosa,[1] y vino tinto cuando adquiere, mediante la cocción, un color púrpura? Esta Estafilé, del griego σταφυλή, viña (o racimo de uvas), tuvo una hija llamada Rhéo, a la que Apolo no encontró cruel. El padre habiéndose apercibido del embarazo de su hija la encerró en un cofre y la echó al mar; las olas la llevaron a Eubea; allí Rhéo se retiró a un antro y dio a luz a un hijo al que llamó Anye, del griego Άνύειν (ὰνύω) acabar, cumplir. Anye tuvo tres hijos de la ninfa Dóripe: Oeno, Spermo y Elaïs, que fueron transformados en palomas y
metamorfoseaban, cuando querían, todo lo que tocaban en vino, en trigo y en aceite, según las etimologías de sus nombres. Esta posteridad de Baco es un puro símbolo del elixir filosófico, compuesto de Apolo, Estafilé y de Rhéo, pues según Espagnet,[2] hay tres cosas: el agua metálica o mercurio de los filósofos, el fermento blanco o rojo, según la intención del artista y el segundo azufre, todo con
el peso y medida requeridos. El agua metálica es Rhéo, de ρέω, yo cuelo; esta agua se impregna del oro de los filósofos, designado por Apolo, y Estafilé es el segundo azufre, así como Baco es el primero, según el mismo Espagnet: Que los estudiosos amantes de la filosofía hagan que de este primer azufre se engendre un segundo, que puede ser multiplicado al infinito.
Anye es el elixir mismo que resulta de la conjunción de Apolo y de Rhéo, ésta da a luz en un antro, es decir, en el vaso. El matrimonio de Anye con Dóripe y los hijos que vinieron significan la multiplicación, que se hace con dos materias, a saber, el elixir y el agua mercurial, como así lo
dice el autor que acabo de citar:[3] El elixir se multiplica de tres maneras; una se ha de tomar un peso de este elixir, al que se le mezclan nueve partes de su agua; se mete todo en el vaso bien sellado y se cuece a fuego lento, etc. Los tres hijos de Anye son el vino, el trigo y el aceite, porque los asiáticos creían no carecer de nada cuando tenían estas tres
cosas, según estas palabras de la Escritura santa: Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. (Salmos, 4, 7-8). Y esta de Jeremías: Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion y correrán al bien del Señor, al pan, al vino, al aceite y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. (Jeremías, 31, 12). Lo que caracteriza a los efectos del polvo de proyección que da la salud y las riquezas.

[1] . Raimon Llull, La Quinta esencia.
[2] . Espagnet, Canon 124.
[3] . Espagnet, Canon, 134 y 135.

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