miércoles, octubre 11, 2006

Presentación (1)


En 1758 el erudito benedictino Dom Antoine Joseph Pernety[1] compuso y editó sus dos grandes obras, el Diccionario Mito-Hermético[2] y las Fábulas Egipcias y Griegas, desveladas y reducidas al mismo principio, con una explicación de los jeroglíficos y de la Guerra de Troya.[3]
El Diccionario Mito-Hermético es de gran ayuda para adentrarse en la selva de nombres mitológicos y palabras propiamente alquímicas que llenan los textos de los filósofos, como el mismo autor dice en la introducción a las Fábulas:[4]

Escribo para los que quieran leerme, para aquellos que no puedan salir del laberinto donde obligadamente se encuentran siguiendo los sistemas que acabo de mencionar [la interpretación histórica y la moral], estos buscarán aquí un hilo de Ariadna que ciertamente encontrarán, pues dedicados a la lectura asidua de los filósofos herméticos están en condiciones de aportar un juicio sano y desinteresado, y aquí encontrarán lo necesario para fijar sus vagas e indeterminadas ideas sobre la materia de la gran obra y sobre la manera de trabajarla.


Esta es exactamente la sensación que tuve en mis primeras consultas al Diccionario Mito-Hermético, donde pronto comprobé que constantemente remitía al lector a las Fábulas Egipcias y Griegas, como si se tratara de dos obras hermanas, como son en realidad, que se necesitan mutuamente y constantemente pues en una se explican los vocablos de este particular lenguaje y en la otra se desarrollan las fábulas alquímicamente. Al no existir traducción al castellano de ellas y tras el estudio de las mismas emprendí gustosamente su traducción, que ofrezco al lector interesado en el tema, en este espacio encontrará la correspondiente al tomo 2 de la obra de Pernety, que se ocupa principalmente de las fábulas griegas.
Pernety no se atribuye la invención de este sistema de interpretación como así lo refleja en las palabras de su discurso preliminar:

Este sistema no es nuevo y estoy muy lejos de querer otorgarme ese honor; lo he encontrado en fragmentos esparcidos de diversos autores, tanto antiguos como modernos; sus obras son poco conocidas y poco leídas porque la ciencia que tratan es víctima de la ignorancia y del prejuicio.[5]
[1] . Se puede consultar una reseña biográfica en la revista LA PUERTA, nº 58, Mitología oculta, Arola Editors, Tarragona, 2000, p. 77.
[2] . Tenemos al alcance una traducción al castellano de Santiago Jubany en ed. Indigo, Barcelona, 1993.
[3] . Estas dos obras serían reeditadas en 1786 en la misma casa de París: Chez Delalain l’ainé Libraire, rue Saint Jacques, nº 240.
[4] . En la versión de 1786, editada de nuevo en facsímile en ed. La Table d’Emeraude, París, 1982, p. 245 y que ha sido utilizada para esta traducción.
[5] . Op. Cit. Discurso preliminar, tomo I, p. 2.

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