La consideraré según la mitología de los griegos, es decir, como hermana gemela de Apolo y nacida antes que él de Latona y de Júpiter, según Homero.
Latona ¿fue su madre o solamente su nodriza? Según yo creo, ella fue lo uno y lo otro, y Diana, efectivamente, le sirvió de comadrona cuando trajo al mundo a Apolo. Pero impresionada, dice la fábula, por los dolores que Latona sufría durante este alumbramiento, pidió a Júpiter que le concediera el quedar siempre virgen, y le fue concedido. Tuvo de sobrenombre Lucina, pues preside a los partos, así como Juno, también hermana primogénita y gemela de Júpiter. Se ha figurado que se complacía mucho en la caza y que siempre, a su regreso, confiaba su arco y las flechas a Apolo.[1]
Orfeo entre otros ha dicho[2] que Diana era hermafrodita. Se le reconoce en los monumentos antiguos por el croissant (cuarto creciente) que ordinariamente lleva sobre la cabeza, o por el arco y las flechas que se le ponen en las manos y los perros que le acompañan.
Siempre está vestida de blanco y algunas veces se la ve en un carro tirado por dos ciervas. Latona es verdaderamente madre de Diana y de Apolo pues, según los filósofos, el latón o letón es el principio del cual se forman la Luna y el Sol herméticos. Nuestro latón, dice Morien, no sirve de nada si no es blanqueado.
Maier ha formado el onceavo de sus emblemas químicos de una mujer acompañada de dos niños, uno representando al Sol y el otro a la Luna y un hombre que lava los negros cabellos y las ropas de esta mujer; las siguientes palabras están escritas encima: Blanquead el latón y romped los libros. Sinesio indica expresamente[3] lo que es este latón, cuando dice: Hijo mío tú tienes ya, por la gracia de Dios, un elemento de nuestra piedra, que es la cabeza negra, la cabeza de cuervo o la sombra oscura, tierra sobre la cual, así como sobre su base, tiene su fundamento el resto del magisterio. Este elemento terrestre y seco se llama latón, letón, toro, heces negras y nuestro metal. Hermes había dicho en el mismo sentido: El azoth y el fuego blanquean el latón y le quitan la negrura. En fin, todos concuerdan en darle el nombre de latón a su materia vuelta negra, y además latón y Latona sólo pueden significar una misma cosa, puesto que según Homero, [4] Latona es hija de Saturno así como el latón es hijo del Saturno filosófico.
Diana sólo podía nacer en Delos, donde Latona se refugió de los ataques de la serpiente Pitón. Sólo la etimología de los nombres ya explica la cosa. Latona significa olvido, oscuridad. ¿Hay algo más negro que el mismo negro, por usar así la expresión de los filósofos? Este negro es el latón o la Latona de la fábula. Diana es el color blanco, claro y brillante, y Delos viene de Δήλος, claro, aparente, manifiesto. Se puede decir, pues, que el color blanco nace entonces del negro puesto que allí estaba oculto y de allí parece salir.
Orfeo habla como discípulo de Hermes cuando dice que Diana era hermafrodita. Él sabía que la rojez llamada macho, está oculta bajo la blancura de la materia, llamada hembra, y que la una y la otra reunidas en un mismo sujeto, como los dos sexos en el mismo individuo, hacen un compuesto hermafrodita que empieza a aparecer cuando el color azafranado se manifiesta.
Ella conservó su virginidad. Sin embargo se figura que concibió del aire y dio a luz al rocío. Pero ¿puede una virgen parir en el orden de la naturaleza permaneciendo sin embargo virgen? La ficción sería ridícula si no fuera alegórica. Así mismo ello sólo puede convenir a las operaciones de la gran obra. Los filósofos han empleado la misma alegoría con el mismo motivo. Esta piedra –dice Alfidio– habita en el aire, es exaltada en las nubes, vive en los ríos, reposa en la cima de las montañas. Su madre es virgen y su padre no ha conocido nunca a ninguna mujer. Tomad, dice Espagnet, una virgen alada muy pura y muy limpia, impregnada de la simiente espiritual del primer macho, sin embargo permaneciendo intacta su virginidad, a pesar de su embarazo.[5] Según Basilio Valentín,[6] es una virgen muy casta que no ha conocido a hombre y que sin embargo concibe y da a luz.
¿No se aprecia en Diana a esta virgen alada de Espagnet? Y el hijo filosófico que ella concibe en el aire, según la expresión de los discípulos de Hermes, es este vapor que se eleva de la luna de los filósofos y que recae en forma de rocío, del que el Cosmopolita habla[7] en estos términos: Nosotros la llamamos agua del día y rocío de la noche. Finalmente si Diana es hermana gemela de Apolo y nace antes que él, es que la luna y el sol filosóficos nacen sucesivamente del mismo sujeto y porque la blancura debe de aparecer absolutamente antes que la rojez.
[1] . Mientras que la diosa de firme corazón, yendo por todos lados, destruye la raza de las bestias feroces. Pero cuando la cazadora que se alegra de sus flechas es así fascinada, afloja su arco y alegre va a la gran morada de su querido hermano Febo Apolo. […] Allí, suspende su flexible arco y las flechas, y vestida con ricos adornos, manda y dirige a los coros. (la musas y las gracias) Homero, Himno a Diana.
[2] . Orfeo, Himno a Diana.
[3] . Sinesio, Del huevo de los Filósofos.
[4] . Homero, Himno a Apolo.
[5] . Espagnet, canon, 58.
[6] . Basilio Valentín, Azoth de los Filósofos.
[7] . El Cosmopolita, Nueva Luz Química.
Latona ¿fue su madre o solamente su nodriza? Según yo creo, ella fue lo uno y lo otro, y Diana, efectivamente, le sirvió de comadrona cuando trajo al mundo a Apolo. Pero impresionada, dice la fábula, por los dolores que Latona sufría durante este alumbramiento, pidió a Júpiter que le concediera el quedar siempre virgen, y le fue concedido. Tuvo de sobrenombre Lucina, pues preside a los partos, así como Juno, también hermana primogénita y gemela de Júpiter. Se ha figurado que se complacía mucho en la caza y que siempre, a su regreso, confiaba su arco y las flechas a Apolo.[1]
Orfeo entre otros ha dicho[2] que Diana era hermafrodita. Se le reconoce en los monumentos antiguos por el croissant (cuarto creciente) que ordinariamente lleva sobre la cabeza, o por el arco y las flechas que se le ponen en las manos y los perros que le acompañan.
Siempre está vestida de blanco y algunas veces se la ve en un carro tirado por dos ciervas. Latona es verdaderamente madre de Diana y de Apolo pues, según los filósofos, el latón o letón es el principio del cual se forman la Luna y el Sol herméticos. Nuestro latón, dice Morien, no sirve de nada si no es blanqueado.
Maier ha formado el onceavo de sus emblemas químicos de una mujer acompañada de dos niños, uno representando al Sol y el otro a la Luna y un hombre que lava los negros cabellos y las ropas de esta mujer; las siguientes palabras están escritas encima: Blanquead el latón y romped los libros. Sinesio indica expresamente[3] lo que es este latón, cuando dice: Hijo mío tú tienes ya, por la gracia de Dios, un elemento de nuestra piedra, que es la cabeza negra, la cabeza de cuervo o la sombra oscura, tierra sobre la cual, así como sobre su base, tiene su fundamento el resto del magisterio. Este elemento terrestre y seco se llama latón, letón, toro, heces negras y nuestro metal. Hermes había dicho en el mismo sentido: El azoth y el fuego blanquean el latón y le quitan la negrura. En fin, todos concuerdan en darle el nombre de latón a su materia vuelta negra, y además latón y Latona sólo pueden significar una misma cosa, puesto que según Homero, [4] Latona es hija de Saturno así como el latón es hijo del Saturno filosófico.
Diana sólo podía nacer en Delos, donde Latona se refugió de los ataques de la serpiente Pitón. Sólo la etimología de los nombres ya explica la cosa. Latona significa olvido, oscuridad. ¿Hay algo más negro que el mismo negro, por usar así la expresión de los filósofos? Este negro es el latón o la Latona de la fábula. Diana es el color blanco, claro y brillante, y Delos viene de Δήλος, claro, aparente, manifiesto. Se puede decir, pues, que el color blanco nace entonces del negro puesto que allí estaba oculto y de allí parece salir.
Orfeo habla como discípulo de Hermes cuando dice que Diana era hermafrodita. Él sabía que la rojez llamada macho, está oculta bajo la blancura de la materia, llamada hembra, y que la una y la otra reunidas en un mismo sujeto, como los dos sexos en el mismo individuo, hacen un compuesto hermafrodita que empieza a aparecer cuando el color azafranado se manifiesta.
Ella conservó su virginidad. Sin embargo se figura que concibió del aire y dio a luz al rocío. Pero ¿puede una virgen parir en el orden de la naturaleza permaneciendo sin embargo virgen? La ficción sería ridícula si no fuera alegórica. Así mismo ello sólo puede convenir a las operaciones de la gran obra. Los filósofos han empleado la misma alegoría con el mismo motivo. Esta piedra –dice Alfidio– habita en el aire, es exaltada en las nubes, vive en los ríos, reposa en la cima de las montañas. Su madre es virgen y su padre no ha conocido nunca a ninguna mujer. Tomad, dice Espagnet, una virgen alada muy pura y muy limpia, impregnada de la simiente espiritual del primer macho, sin embargo permaneciendo intacta su virginidad, a pesar de su embarazo.[5] Según Basilio Valentín,[6] es una virgen muy casta que no ha conocido a hombre y que sin embargo concibe y da a luz.
¿No se aprecia en Diana a esta virgen alada de Espagnet? Y el hijo filosófico que ella concibe en el aire, según la expresión de los discípulos de Hermes, es este vapor que se eleva de la luna de los filósofos y que recae en forma de rocío, del que el Cosmopolita habla[7] en estos términos: Nosotros la llamamos agua del día y rocío de la noche. Finalmente si Diana es hermana gemela de Apolo y nace antes que él, es que la luna y el sol filosóficos nacen sucesivamente del mismo sujeto y porque la blancura debe de aparecer absolutamente antes que la rojez.
[1] . Mientras que la diosa de firme corazón, yendo por todos lados, destruye la raza de las bestias feroces. Pero cuando la cazadora que se alegra de sus flechas es así fascinada, afloja su arco y alegre va a la gran morada de su querido hermano Febo Apolo. […] Allí, suspende su flexible arco y las flechas, y vestida con ricos adornos, manda y dirige a los coros. (la musas y las gracias) Homero, Himno a Diana.
[2] . Orfeo, Himno a Diana.
[3] . Sinesio, Del huevo de los Filósofos.
[4] . Homero, Himno a Apolo.
[5] . Espagnet, canon, 58.
[6] . Basilio Valentín, Azoth de los Filósofos.
[7] . El Cosmopolita, Nueva Luz Química.
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