Dioniso tuvo a Semele por madre y fue lo mismo que Osiris para los egipcios y Baco para los romanos. Es por lo que nombraré indiferentemente tanto a Baco, a Dioniso y a Osiris.
Semele, hija de Cadmo y de Harmonía, gustó a Júpiter y la puso entre el número de sus concubinas. La celosa Juno se irritó y para lograr hacer sentir a Semele los efectos de su cólera tomó la figura de Beroe, nodriza de su rival, y la visitó estando ya en cinta; la persuadió para que obligara a Júpiter a jurarle por el Estigio que le concediera todo lo que Semele le pidiera. Ésta, siguiendo la instigación de Juno, pidió que Júpiter la visitara en toda su majestad, para probarle que efectivamente él era el jefe de los dioses. Este dios se lo prometió y se acercó a Semele con sus rayos y su trueno, que redujeron a
cenizas el palacio donde ella habitaba. Pero Júpiter no quiso dejar morir con Semele al hijo que llevaba y lo retiró de las entrañas de su madre y lo encerró en su muslo hasta que se cumplió el tiempo determinado para su nacimiento.
Después de su nacimiento, Mercurio lo llevó primero a la ciudad de Nisa, hacia los confines de Arabia y de Egipto, para ser alimentado y criado por las ninfas. Otros dicen que cuando Semele trajo al
mundo a Baco, Cadmo la encerró con su hijo en un cofre de madera en forma de barquichuelo y lo expuso a merced de las olas del mar y que llegando a Laconia el cofre fue abierto por gente pobre, que encontraron a Semele muerta y al hijo totalmente criado.Orfeo da dos sexos a Dioniso, pues así se expresa en su himno a Mise: Mise, varón y hembra a la vez, de dual naturaleza.
Dioniso, temiendo la cólera de la diosa Juno, se retiró para huir de sus persecuciones y mientras estaba reposando bajo un árbol, una serpiente anfisbena, es decir, que tenía una cabeza en cada extremidad, le mordió en la pierna.
Dioniso enseguida despertó y mató a la serpiente con una rama de sarmiento de viña que encontró cerca de él.Herodoto, Plutarco y Diodoro, dicen que Baco había nacido en Egipto y que fue educado en Nisa, ciudad de la Arabia dichosa, y que es el mismo que el famoso Osiris que conquistó las Indias. En efecto, los egipcios reconocían un Dioniso como los griegos, pero aunque se propusieran el mismo objetivo en su alegoría sobre Baco, reconocían la historia de este dios de manera muy diferente.
Hammon, rey de una parte de Libia, dicen ellos, había desposado a la hija del Cielo, hermana de Saturno, fue a visitar en el país vecino las montañas ceraunianas y se encontró con una hija del lugar muy bella, llamada Amaltea y le gustó, se amaron y nació un hijo bello y vigoroso, que fue llamado Dioniso. Amaltea fue declarada reina del país, que por la forma de sus límites se parecía al cuerno de un buey, por ello fue llamado cuerno de las hespérides, y a causa de su fertilidad en toda clase de bienes, cuerno de Amaltea, del griego άμα y άλθα, yo curo a todo junto, yo curo todo al mismo tiempo. Para sustraer a Baco de los celos de su esposa, Hammon lo hizo llevar a Nisa, a una isla formada por las aguas del río Tritón y situada cerca de la desembocadura llamada las puertas Níseas. Este país era el más agradable del mundo, de aguas limpias que regaban encantadores prados; abundante en toda clase de frutos y allí crecía la viña por sí misma. La temperatura del aire era tan saludable que todos los habitantes gozaban de una perfecta salud hasta una vejez muy avanzada. Las orillas de esta isla estaban plantadas de bosques con altos montes y en sus valles se respiraba siempre un aire fresco, porque los rayos del Sol a penas penetraban allí. El agradable verdor de los árboles y el perpetuo esmalte de las flores regocijaban la vista, mientras que el oído era acariciado sin cesar por el gorjeo de los pájaros. En una palabra, era un país de hadas, un país encantado donde no faltaba nada de lo que podía contribuir a la perfecta satisfacción de la humanidad.
Dioniso fue criado allí por los cuidados de Nisa, hija de Aristeo, hombre sabio, prudente e instruido, quien se encargó de ser su mentor. Palas, de sobrenombre Tritoniana porque había nacido cerca del río Tritón, recibió la orden de preservar a Dioniso de las emboscadas que le tendería su madrastra. En efecto, Rea se volvió celosa de la gloria y la reputación que Dioniso adquirió bajo la tutela de tan buenos maestros y empleó todo su saber para hacer caer sobre él la rabia que tenía contra Hammon. Lo dejó para retirarse con los titanes y hacer su porvenir y su morada con Saturno, su hermano. A penas hubo llegado, a fuerza de solicitudes y de amenazas, obligó a Saturno a declararle la guerra. Hammon viendo que no podría resistirlo se retiró a Idea,
donde desposó a Creta, hija de uno de los curetes que reinaba allí. Enseguida la isla tomó el nombre de Creta. Saturno se apoderó del país de Hammon y reunió un gran ejército para apoderarse de Nisa y de Dioniso, pero su tiranía le aportó el odio de todos sus nuevos súbditos.
Dioniso informado de la huida de su padre, del desastre de su país y de los propósitos de Saturno contra él, reunió a sus tropas en la medida que le fue posible y se le unieron un gran número de
amazonas, más otros tantos voluntarios a los que Palas debía de mandar. Los dos ejércitos se enfrentaron y Saturno fue herido. El coraje y el valor de Dioniso hicieron decantar la victoria a su favor y los titanes se dieron a la fuga. Dioniso los persiguió, los hizo prisioneros sobre el territorio de Hammon y después les devolvió la libertad, dándoles la opción de tomar partido bajo su estandarte o de retirarse, ellos escogieron la primera y consideraron a Dioniso como su dios tutelar. Vencido Saturno y perseguido por Dioniso pegó fuego a su ciudad y se salvó con Rea al abrigo de la noche, pero cayeron en manos de aquellos que les perseguían. Él les propuso vivir en el futuro como buenos parientes y buenos amigos. Aceptaron el ofrecimiento y dieron su palabra; sólo los titanes sintieron los efectos de su cólera porque se rebelaron contra él. Victorioso sobre todos sus enemigos, Dioniso buscó volverse recomendable por sus beneficios; recorrió una gran parte del mundo para derramarlos sobre todos los humanos; pero como buen príncipe dejó a Mercurio Trismegisto con su esposa para que la ayudara con sus consejos; dio el gobierno de Egipto a Hércules, y Prometeo fue el intendente de todos sus estados. Llegó sobre las montañas de la India y elevó dos columnas cerca del río Ganges; lo que también hizo Hércules en la parte más occidental de África sobre las orillas delmar Atlántida.Esta expedición duró tres años, tras los cuales volvió por Libia y España y fundó la ciudad de Nisa en las Indias. Baco es tan famoso y tan recomendable en los escritos de los poetas por haber hecho el vino o plantado la viña. ¿No habría sido una locura de los antiguos el dejarnos por escrito tantas cosas tan poco dignas de atención, llenas de hechos sorprendentes tan poco verosímiles que tenían más de
sueño que de prodigio? Si les creemos Juno lo hirió con una seria afección, lo que hizo que corriera por todo el mundo; los cobales, una especie de demonios malignos, los sátiros, los bacantes y silenos lo acompañaron por todas partes con sus tambores y otros ruidosos instrumentos. Su carro era tirado por linces, tigres y panteras; es Ovidio quien lo dice después de ellos.[1] El mismo poeta dice que Baco conservó una juventud permanente y que era el más bello de los dioses.[2] Isacio dice que los autores antiguos pensaban que Baco era joven y viejo al mismo tiempo; Eurípides lo llamaba εκλυμορφον, como si tuviera un aire afeminado. Es por lo que comúnmente es representado como un hombre joven, sin barba, aunque también haya el Baco barbudo; así mismo se le encuentra a veces bajo la figura de un viejo.
Baco se cubría siempre con la piel de un leopardo. Llevaba un tirso como cetro. El conejo, la encina, la hiedra, la enredadera y la higuera le eran consagrados; la urraca entre los pájaros, el tigre, el león, la pantera entre los cuadrúpedos y la serpiente o el dragón entre los reptiles. Las mujeres que celebraban sus fiestas se llamaban bacantes, tíades, mimalónidas.
A través de todas estas ficciones se reconoce fácilmente al Dioniso de Egipto, que según Herodoto es el mismo que Osiris; ya lo hemos señalado hablando de este dios,. Claramente se ve a este dios de Egipto muerto por Tifón y sus cómplices, en Baco hecho trozos durante el combate que sostuvo con los titanes. Isis recoge los miembros esparcidos de su esposo; Palas encuentra a Baco con el corazón todavía palpitante y lo lleva ante Júpiter que le devuelve la salud.
Tal es, abreviadamente, la historia de Baco según los egipcios y los griegos.
[1] . Por más esfuerzos que hacían los remeros, quieta, como amarrada, permanecía la nave. Entonces empezó el maravilloso suceso. Baco resplandeció cubierto de pámpanos y agitando el tirso. Le rodeaban linces, tigres y panteras. Ovidio, Metamorfosis, lib. 3, 669.
[2] . Porque a ti que eres joven para siempre, que eres un eterno niño, en la altura celeste te admiran como al más bello de todos. Ovidio, Metamorfosis, lib. 4, 17.
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