
Aquí me atengo a la opinión más generalmente aceptada en Grecia, que dice que es hijo de Apolo y de la ninfa Coronis.
Después Esculapio fue puesto en manos de Quirón, aprovechó las lecciones de medicina que este célebre maestro le dio y adquirió tan grandes conocimientos en esta escuela que resucitó a Hipólito que había sido devorado por sus propios caballos. Plutón irritado por lo que hacía Esculapio, pues no contentándose con curar las enfermedades resucitaba a los muertos, llevó sus quejas a Júpiter,[1] diciendo que su imperio estaba considerablemente disminuido y que corría el riesgo de verlo desierto. Júpiter fulminó a Esculapio.[2] Apolo indignado por la muerte de su hijo lloró y para vengarse mató a los cíclopes que habían forjado el rayo que Júpiter había utilizado. Júpiter, para castigarlo, lo echó del Cielo.
Las serpientes y los dragones eran consagrados a este dios que, así mismo, fue adorado bajo la figura de estos reptiles.
¿No tenían razón los antiguos al considerar como dios de la medicina a la medicina universal misma? Y ¿no era suficiente para indicarlo decir que Esculapio era hijo de Apolo y de Coronis? puesto que se sabe que esta medicina tiene el principio del oro como materia y que no puede prepararse sin pasar por la putrefacción, o el color negro que los filósofos herméticos de todos los tiempos han llamado cuervo o cabeza de cuervo, a causa de la negrura que le acompaña. Salir de la putrefacción o del color negro era, pues, nacer de Coronis, que significa corneja, una especie de cuervo. Pero un dios no debe nacer a la manera de los hombres.
Diana mató a Coronis y Mercurio o Febo sacó a su hijo de las entrañas de esta infortunada madre. El mercurio filosófico actúa sin cesar y en esta ocasión rinde a Esculapio el mismo servicio que había rendido a Baco. La madre de uno muere bajo los fulgores del rayo de Júpiter; la madre del otro perece bajo los golpes de Diana; los dos vienen al mundo por el cuidado de Mercurio y tras la muerte de su madre. Morien esclarece en dos palabras toda esta alegoría, cuando dice[3] que la blancura o el magisterio al blanco, que es medicina, está oculta en el vientre de la negrura, y que no se han de despreciar las cenizas (de Coronis) porque allí está oculta la diadema del rey. La misma razón ha hecho decir que Flegias era padre de Coronis, puesto que φλέγω significa inflamo, quemo, y nadie ignora que todas las cosas quemadas se reducen a cenizas.

Las resurrecciones de Esculapio no son menos alegóricas que su nacimiento, y si resucita a Hipólito es preciso entenderlo en el sentido de los filósofos, que lo personifican todo. Escuchemos a Bonnelo respecto a esto:[6] Esta naturaleza de la cual se ha quitado la humedad, se vuelve parecida a un muerto, tiene necesidad del fuego hasta que su cuerpo y su espíritu sean convertidos en tierra, entonces se hace un polvo parecido al de las tumbas. Dios le devuelve después su espíritu y su alma y le cura toda imperfección. Es preciso, pues, quemar esta cosa hasta que madure, que se vuelva ceniza y apropiada para recibir de nuevo su alma, su espíritu y su tintura. Se puede ver lo que he dicho de tales resurrecciones, cuando expliqué la de Esón, en el libro dos.

[1] . Ovidio, Metamorfosis, lib. 15.
[2] . Entonces el padre omnipotente, indignado de que un mortal hubiese vuelto de las sombras infernales a la luz de la vida, precipitó con un rayo en las ondas estigias al hijo de Febo, inventor de la poderosa arte médica. Virgilio, Eneida, lib. 7.
[3] . Morien, Conversación con el rey Calid.
[4] . Arnaldo de Vilanova, Nueva Luz, cap. 7.
[5] . Hermes, Los Siete Capítulos, cap. 3.
[6] . Bonuelo, La Turba.
[7] . Raimon Llull, De la quinta esencia, dist. 3, p. 2.
No hay comentarios:
Publicar un comentario