El agua es de una naturaleza de densidad media entre la del aire y la de la tierra. Es el menstruo de la naturaleza y el vehículo de las simientes. Es un cuerpo volátil que parece huir del alcance del fuego y se exhala en vapores al más ligero calor. Es susceptible de todas las figuras y más cambiante que Proteo. El agua es un mercurio que tomando la naturaleza de un cuerpo tierra-agua como el de un cuerpo agua-aire, va a buscar las virtudes de las cosas superiores e inferiores. Viene a ser por este medio el mensajero de los dioses y su mediador; es por él que se produce el comercio entre el cielo y la tierra.
Una flema untuosa es esparcida en el agua.[1] Eller lo ha reconocido en sus observaciones. Un agua –dice– muy purificada y muy liberada de todas las partes heterogéneas (a la manera de los químicos vulgares) puede ser suficiente para la vegetación. Ella abastece la tierra, base de la solidez de las plantas, así mismo expande en ella esta parte inflamable, oleosa o resinosa que allí se encuentra. Que se tome una tierra después de haber sido lavada y secada al fuego, en la cual se habrá asegurado que no contiene ninguna simiente de plantas; que se la exponga al aire en un vaso y se tenga el cuidado de regarla con agua de lluvia, ella producirá pequeñas plantas en gran número; ello prueba que es el vehículo de las simientes. Como el agua es de una naturaleza muy cercana a la de la primera materia del mundo, se convierte fácilmente en su imagen. El caos de donde todo ha salido era como un vapor o una substancia húmeda, parecida a un humo sutil. Habiéndola rarificado la luz, se formaron los cielos de la porción más sutilizada, el aire de la que lo era un poco menos, el agua elemental de la que era un poco más grosera y la tierra de la más densa y como de las heces.[2] El agua, pues, participando de la naturaleza del aire y de la tierra, se encuentra emplazada en el medio. Más ligera que la tierra y menos que el aire, siempre está mezclada con la una o con el otro. A la menor rarefacción parece abandonar la tierra para tomar la naturaleza del aire, y si es condensada por el menor frío, deja el aire y va a reunirse con la tierra. La naturaleza del agua es antes húmeda que fría, porque es más rara y más abierta a la luz que la tierra. El agua ha conservado la humedad de la primera materia y del caos, la tierra ha retenido la frialdad.
La sequedad es un efecto tanto del frío como del calor, lo húmedo es el principal sujeto sobre el cual lo caliente y lo frío actúan. Cuando aquel es vivo condensa y desecha lo húmedo; lo vemos en la nieve, el hielo, el granizo; de ahí viene la caída de las hojas en otoño. El frío aumenta, sucede el invierno, lo húmedo se coagula en las plantas, los poros se cierran, el tallo se vuelve débil y falto de alimento; finalmente se secan. Si el invierno es riguroso, trae la sequedad hasta las raíces, ataca al húmedo vital y las plantas perecen. ¿Cómo se puede decir después de esto que el frío es una cualidad del agua puesto que es su enemigo, y que la naturaleza no sufre que un elemento actúe sobre sí mismo? Parece que se habla un poco más concretamente cuando se dice que el frío ha quemado las plantas. El frío y el calor queman igualmente, pero de una manera diferente, el calor dilatando y el frío constriñendo las partes del mixto.
Lo que el agua nos presenta visiblemente es volátil, su interior es fijo. El aire templa su humedad. Lo que el aire recibe del fuego lo comunica al agua y ésta a la tierra. Se puede dividir este elemento en tres partes: el puro, el más puro y el muy puro;[3] de éste han sido hechos los cielos, de lo más puro del aire, y el simplemente puro permanece en su esfera, es el agua ordinaria, que forma un globo con la tierra. Estos dos elementos reunidos lo hacen todo, porque contienen a los otros dos. De su unión nace un limo, del que la naturaleza se sirve para formar todos los cuerpos. Este limo es la materia cercana a todas las generaciones. Es una especie de caos donde los elementos están como confundidos. Nuestro primer padre ha sido formado del limo, lo mismo que todas las generaciones que le han seguido. Del esperma y del menstruo se forma un limo y de este limo un animal.
En la producción de los vegetales, las simientes se pudren y se transforman en limo antes de germinar. Seguidamente se consolida y se afirma en cuerpo vegetal. En la generación de los metales, el azufre y el mercurio se resuelven en un agua viscosa que es un verdadero limo. La decocción coagula esta agua, la fija más o menos y de ellos resultan los minerales y los metales. En la obra filosófica, se forma primero un limo de dos substancias o principios, después se han de purificar bien. Como los cuatro elementos se encuentran allí, el fuego preserva la tierra del sumergimiento y de la disolución completa, el aire alimenta al fuego y el agua conserva la tierra de los ataques violentos de este último; actuando así los unos sobre los otros, en concierto, resulta un todo armónico que compone esto que llaman la piedra filosofal y el microcosmos.
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