Se entiende por multiplicación filosófica, un aumento en cantidad y en cualidad y la una y la otra más allá de todo lo que se puede imaginar. La de la cualidad es una multiplicación de la tintura mediante una corrupción, una volatilización y una fijación reiterada tantas veces como le complace al artista. La segunda aumenta solamente la cantidad de la tintura sin acrecentar sus virtudes.
El segundo azufre se multiplica con la misma materia de la que ha sido hecho añadiendo una pequeña parte del primero, según los pesos y medidas requeridas. Hay sin embargo tres maneras de hacer la multiplicación si creemos a Espagnet, que las describe de la manera siguiente. La primera se ha de tomar una parte del elixir perfecto rojo que se mezcla con nueve partes de su agua roja; se pone el vaso al baño para disolverlo todo en agua. Después de la solución se cuece esta agua hasta que se coagula en una materia parecida a un rubí; seguidamente se inserta esta materia a la manera del elixir y de esta primera operación la medicina adquiere diez veces más virtudes de las que tenía. Si se reitera este mismo procedimiento una segunda vez, ella aumenta cien, una tercera vez mil, y así en adelante, siempre por diez.
La segunda manera es mezclar la cantidad que se quiere del elixir con su agua, guardando sin embargo las proporciones entre uno y otra, y tras haber puesto todo en un vaso de reducción bien sellado, lo disuelve al baño y sigue todo el régimen del segundo destilando sucesivamente los elementos por sus propios fuegos, hasta que todo se vuelve piedra. Se inserta seguidamente como en la otra y la virtud del elixir aumenta en cien la primera vez, pero ésta es más larga. Se reitera como la primera para acrecentar su fuerza más y más.
Finalmente, la tercera es propiamente la multiplicación en cantidad. Se proyecta una onza del elixir multiplicado en cualidad sobre cien onzas de mercurio común purificado; este mercurio puesto sobre un pequeño fuego se transformará pronto en elixir. Si se echa una onza de este nuevo elixir sobre cien onzas de otro mercurio común purificado, se volverá oro muy fino. La multiplicación del elixir al blanco se hace de la misma manera tomando elixir blanco y su agua en lugar del elixir rojo.
Cuanto más se reiterará la multiplicación en cualidad más efecto tendrá en la proyección, pero no de la tercera manera de multiplicar que hemos mencionado, pues su fuerza disminuye a cada proyección. Se puede sin embargo llevar esta reiteración hasta la cuarta o quinta vez porque entonces la medicina sería tan activa y tan ígnea que las operaciones se volverían instantáneas, puesto que su duración se abrevia a cada reiteración; su virtud en cualquier parte es tan grande en la cuarta o quinta vez como para colmar los deseos del artista, puesto que en la primera un grano puede convertir cien granos de mercurio en oro, en la segunda mil, en la tercera diez mil, en la cuarta cien mil, etc. Se debe de juzgar respecto a esta medicina como el grano que multiplica cada vez que se siembra.
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