martes, abril 17, 2007

El Persea (o aguacate)

Es un árbol que crece en los alrededores del gran Cairo. Sus hojas son muy parecidas a las del laurel, excepto las que son más grandes. Su fruto tiene la figura de una pera y encierra un hueso que tiene gusto de castaña. La belleza de este árbol que está siempre verde, el parecido de sus hojas a una lengua y la de su hueso a un corazón, habían hecho que se consagrara al dios del silencio, sobre la cabeza del cual se veía más ordinariamente que sobre la de cualquier otra divinidad. Algunas veces entero, otras veces abierto para hacer aparecer la almendra, pero siempre para anunciar que es preciso saber conducir la lengua y conservar en el corazón el secreto de los misterios de Isis y de Osiris y de las otras divinidades adoradas en Egipto. Es por esta razón que se le ve algunas veces sobre la cabeza de Harpócrates resplandeciente o puesto sobre una Luna creciente.[1]

[1] . Montfauçon, Antigüedad. Explicada, t. 2, p. 2, pl. 124, fig. 8 y 10.

1 comentario:

Proyecto Arsgravis dijo...

felicidades por el nuevo orden del blog
raimon