martes, abril 10, 2007

El Icneumón y el Cocodrilo

Se considera a este animal como el enemigo jurado del cocodrilo y al no poder vencerlo por la fuerza, pues sólo es una especie de rata, emplea la destreza. Se dice que cuando el cocodrilo duerme el icneumón se desliza en su boca abierta, desciende a sus intestinos y los roe. Algo parecido sucede en las operaciones de la obra. El fijo, que primeramente parece poca cosa, o más bien el fuego que encierra que parece no tener ninguna fuerza, es dominado largo tiempo por el volátil, pero a medida que se desarrolla se insinúa allí de manera que toma al fin la cima y lo mata, es decir, lo fija como él. Hemos hablado del cocodrilo en el capítulo de Anubis, pero diremos aún dos palabras.
El cocodrilo era un jeroglífico natural de la materia filosófica, compuesta de agua y de tierra, puesto que este animal es anfibio, también se le veía a menudo como acompañamiento de las figuras de Osiris y de Isis. Eusebio[1] dice que los egipcios representaban al Sol como piloto en un navío y este navío era llevado por un cocodrilo, para significar –añade– el movimiento del Sol en la humedad; pero era más bien para señalar que la materia del arte hermético es el principio o base del oro o Sol filosófico, el agua donde nada el cocodrilo es este Mercurio o esta materia reducida en agua, el navío representa el vaso de la naturaleza, en el cual el Sol o el principio ígneo y sulfuroso está como piloto, porque es él quien conduce la obra mediante su acción sobre el húmedo o el Mercurio. El cocodrilo era también el jeroglífico del mismo Egipto y particularmente de la base, porque este país es pantanoso.

[1] . Eusebio, Praepar. Evang. lib. 3, cap. 3.

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