miércoles, febrero 08, 2023

EL LIBRO DEL AGUA Y EL FUEGO, de Raimon Arola

EL ENIGMA DE LOUIS CATTIAUX
En esta obra, además de adentrarnos en el misterio de la conjunción de los opuestos a partir del Mensaje Reencontrado, el autor ha procurado profundizar en el enigma que surge de otro encuentro misterioso, el del individuo particular con la inspiración universal.
El Libro del agua y del fuego, Completa la trilogía de Raimon Arola dedicada a la obra de Louis Cattiaux. En esta ocasión, los protagonistas son el agua y el fuego, dos elementos que se hallan absolutamente presentes en el Mensaje Reencontrado de Cattiaux y el eje donde pivotan los libros de Arola.
El agua simboliza la madre, y el fuego el padre, dos polaridades que se complementan, como la realidad física y la metafísica. Del encuentro entre el agua y el fuego emana un enigma profundo: el de la palabra revelada, el logos, que se manifiesta como una unidad recobrada y encarnada.


LA GEOMETRÍA SAGRADA, de Octavi Aluja, texto en catalan

 


Des de Pergaminum edicions ens plau anunciar-vos l'aparició d'un nou volum: La Geometria Sagrada o com el gran Arquitecte explica la creació, escrit a quatre mans pel Desideri Forner i l'Octavi Aluja. 

Ambdós s'endinsen (cadascun amb el seu estil) en la geometria sagrada a través dels escrits savis que la tradició ens ha deixat i procuren seguir el fil del sentit hermètic i pitagoric.

martes, diciembre 20, 2022


 

Al hablar de hermetismo, nos referimos sobre todo a la tradición alquímica occidental que debe su origen al mítico Hermes Trismegisto y su famosa Tabula Smaragdina, que se complementa con el hermetismo filosófico que se basa en los escritos atribuidos también a Hermes y que se agrupan bajo el nombre genérico de Corpus hermeticum. De entre ellos, quizá el tratado titulado Poimendrés sea el más conocido.

Esta sabiduría hermética que se fue transmitiendo a lo largo de las generaciones, tuvo su momento de máximo esplendor en el Renacimiento italiano. Nos atreveríamos a decir incluso que ella fue uno de los orígenes y causa del espléndido movimiento humanista que se dio en el Renacimiento. Inmediatamente después vino su decadencia a causa de la ciencia positivista sin que se supiera ver que se trataba de dos pensamientos complementarios que se referían a dos realidades distintas.

Y a causa de este malentendido, el hermetismo, que hubiera podido ser el lugar de la unión de todas las creencias y conocimientos, se convirtió en algo extravagante que, poco a poco, se fue diluyendo en ocultismos y espiritismos hasta llegar al siglo XX. En este camino se olvidó completamente su función soteriológica, vinculada claro está al mensaje cristiano, pero, obviamente, universal.

¿Cómo llamamos hoy en día, en 2021, la unidad  nuclear en la que se basan las distintas tradiciones? Se han propuesto muchas ideas y muchos nombres, sin embargo, ninguno acaba de ser lo suficientemente representativo, pues, o bien se busca la participación directa en una religión, o bien, desde campos más académicos, se cae en un nihilismo que margina lo antiguo, que se convierte así en un tema de estudio pero no en una propuesta de conocimiento vivo. Sin mencionar los movimientos pseudo-espirituales que, éstos sí, lo unen todo con todo, pero a nivel psicológico y subjetivo,  o simplemente formal

Louis Cattiaux en El Mensaje Reencontrado encontró, no cabe duda, un espacio nuevo para reunir la dispersión de formas en un único lugar. Lo llamó simplemente «mensaje», pero también lo clasifico de «hermético«. Y eso es lo que Arola y Vert han tratado de desarrollar en el  La actualidad del hermetismo.

 

sábado, marzo 19, 2022

MÀGIA ADÀMICA, Eugeni Filaleteu (traduit al català)


El títol complet es:

MÀGIA ADÀMICA   O

L’ANTIGUITAT DE LA MÀGIA

La qual ens ve d’Adam, provat.

A aquest s’hi afegeix la descoberta perfecta i completa del veritable CEL TERRESTRE, o Caos Celeste dels Mags i Primera Matèria de totes les coses.

Traducció: Desideri Forner

Introducció: Emmanuel d’Hooghvorst

Presentació: Pere Sánchez

CENTELLES – MMXX

(a la contraportada):

Si us voleu aproximar a la màgia, a la càbala, a l’alquímia i a les altres ciències tradiciopnals, llegiu aquest breu tractat del bon alquimista Eugeni Filaleteu i no haureu perdut el temps. A més, descobrireu que totes aquestes ciències són els membres d’un únic cos, el de la Saviesa universal.

martes, marzo 15, 2022

L'ANELL MISTERIÓS (EL ANILLO MISTERIOSO) de Lluïsa Vert

 

Presentación del libro de Lluïsa Vert “L’anell misteriós” que versa sobre las fiestas tradicionales y el simbolismo natural del año (en catalán). Imágenes: Àngels Figerola y Lluïsa Vert.

Planteamiento (sólo el comienzo de la presentación)

El orden natural de las estaciones, poco a poco e inevitablemente se va borrando de nuestro recuerdo colectivo. Ya no nos fijamos en el cielo para saber cuándo se debe sembrar o cuándo recoger lo que hemos sembrado, pero antiguamente las estaciones y las fiestas regían el calendario cotidiano: “Por san Juan…” o “por Navidad…” La sabiduría popular fue trenzando el orden de las fiestas de cada estación a partir de la agricultura, pero también a partir de la religión, las leyes, etc., un universo en el que cada cosa estaba en su lugar y en el que cada lugar estaba en relación con los demás.

La naturaleza exterior y la interior, esa fuerza que genera y rige a la primera, siguem los mismos ritmos que resuenan en todo el cosmos: lo que está arriba es igual como lo que está abajo, decía Hermes, y esa es la base del simbolismo. La música de las esferas suena con los mismos acordes en el macrocosmos como en el microcosmos, y no podría ser de otro modo pues el hombre, hecho a imagen y semejanza de su Creador, es el símbolo por excelencia, el lugar donde lo más alto y lo más inferior se reconocen y se conocen.


LA PUERTA 77, La renovación de las tradiciones, según Louis Cattiaux



ÍNDICE

Editorial

Correspondencia entre Louis Cattiaux (L.C.) y Emmanuel d’Hooghvorst (E.H.)

Selección: Éléonore d’Hooghvorst- Traducción Jeanne d’Hooghvorst

La renovación de las tradiciones según Louis Cattiaux

J. y JC. Lohest

Isis y Osiris, de Plutarco

Selección: Louis Cattiaux- Traducción y notas: JC. Lohest

Las leyes de Manú

Selección: Louis Cattiaux- Introducción, traducción y notas: JC. Lohest

Mitología inca

Selección: Louis Cattiaux- Traducción: JC. Lohest

El canto de Hiawatha, según la leyenda de los pieles rojas

Selección: Louis Cattiaux- Traducción: JC. Lohest

 

sábado, enero 15, 2022

Edición de LA TORAH, Ediciones Obelisco


 

DIVINA COMEDIA de Dante Alighieri, Traducción y notas de Leonardo Rivera

 

 Es una edición de Pere sánchez y Pere Hidalgo Serra. Con un comentario basado en la exégesis tradicional.

IN MEMORIAN 

Sin el tesón y el amor a la Divina Comedia que profesó Leonardo Rivera, no hubiera sido posible realizar esta edición. No ha podido ver el fruto de su insigne trabajo en este mundo, pero quiera Dios que ahora conozca la luz oculta en las palabras del sacro poema, como Dante conoció a Beatriz.
 

lunes, agosto 16, 2021

EL MISTERI DE LA CREU, DOUTZETEMPS

 

Traduit per Desideri Forner i presentat per Octavi Aluja, a PERGAMINUM edicions.

El valor d’aquest text, no enganyem ningú per dir-ho, no és pas el literari, sinó que està en el seu contingut, la qual cosa exigeix al lector. El mateix Doutzetemps ho diu: “Hi ha indrets fortament màgics i que demanen homes de bon Tremp per a comprendre’ls bé en la seva amplitud,” és a dir, per a la seva entera comprensió cal un lector dotat d’una intel·ligència mágica.


martes, enero 12, 2021

SOBRE "EL ASNO FILOSÓFICO" de Emmanuel d'Hooghvorst y la relación con los Cánopes egipcios.

 

En la excelente obra de Emmanuel d’Hooghvorst, EL HILO DE PENÉLOPE[1], comenta un fresco egipcio donde los personajes que aparecen son Osiris, Set, Serapis, Horus y sus cuatro hijos, que tienen la forma que encarnan los famosos Cánopes o vasos egipcios donde se guardaban las vísceras del difunto. 

EH explica brevemente la historia del desmembramiento de Osiris por parte de Set, su hermano y enemigo, y cómo Isis consigue reencontrarlo, recomponerlo y resucitarlo; luego Horus, el hijo de ambos, vence a Set castrándolo, o sea, anulando su fuerza.

Me ha parecido pertinente poner en paralelo y en relieve a los Cánopes y su contenido, pues es como si éstos contuvieran los miembros y vísceras del hombre, o sea, su interior, donde en realidad reside Osiris en exilio, que una vez recompuesto da a luz, mediante Isis a su hijo Horus el cual vencerá, sin ninguna duda, a la poderosa fuerza de Set.



EH menciona, en el dibujo la presencia de Serapis con cabeza de toro, también Isis, a veces, es representada con cabeza de toro o vaca.







Por su parte, Pernety comenta respecto a los Cánopes: Un Cánope no es otra cosa que la representación del vaso en el que se pone la materia del arte sacerdotal; el cuello del vaso está designado por el de una figura humana, la cabeza y la cobertura muestra la manera en que debe ser sellada y los jeroglíficos que llenan la superficie anuncian a los espectadores las cosas que este vaso contiene y los diferentes cambios de forma, colores y maneras de ser de la materia.



He aquí un fragmento del artículo de E. d’Hooghvorst en EL HILO DE PENÉLOPE, que titula:

SOBRE EL ASNO FILOSÓFICO

 


Observamos en la reproducción del fresco[2] a Set (o Tifón) vencido y atado a la izquierda de un poste en forma de Y; tres puñales han sido clavados en su cuerpo, y ante él se hallan Horus y sus cuatro hijos, con un cuchillo en sendas manos; detrás, a la derecha, se alzan Osiris y Serapis; Set lleva una cabeza de asno.

Se trata de una leyenda muy conocida; sin embargo, la resumiremos:

Set, hermano-enemigo del dios Osiris, tras haberle invitado a un banquete, presentó a los invitados un espléndido sarcófago que iba a regalar –decía- a aquel cuya estatura correspondiera exactamente a las dimensiones de este ataúd. Osiris se acostó en él y al instante, Set cerró la cubierta y arrojó el sarcófago con su contenido al Nilo.

La alusión es clara: Osiris, que representa el Verbo, al querer medir este mundo sublunar fue precipitado en él a consecuencia de una sugerencia de su enemigo. ¿No decía Platón que el logos era la medida de todas las cosas?

La leyenda cuenta luego las largas peregrinaciones de su esposa Isis, quien salió en su búsqueda, y cómo encontró el sarcófago incrustado en el corazón de un sicómoro cerca de Byblos. Aprovechando una ausencia momentánea de Isis, viendo Set que el sarcófago había sido descubierto, despedazó el cuerpo de su enemigo y lo dispersó. Tras una larga búsqueda, Isis consiguió reunir los miembros dispersos de su esposo y resucitarlo. Éste le dio entonces un hijo, Horus, llamado el vengador de su padre. Durante un duelo del que resultó vencedor, Horus consiguió dominar a Set, pero en lugar de matar al vencido, se contentó con castrarlo. La alusión es lo suficientemente clara como para eludir todo comentario.

El asno, es decir Set, representa pues la naturaleza de este mundo. Observemos que de  nature “naturaleza”, se puede sacar por anagrama âne-rut ‘asno en celo’, por lo demás, el asno es conocido por la potencia de sus capacidades genitales.

Seguir a esta naturaleza es acorralarse junto a la casa de un ogro. No obstante, esta materia oscura y caótica de aquí abajo, siempre sometida a la corrupción, no es por ello menos necesaria para permitir el descenso y la manifestación de Osiris.

Se comprenderá pues la mutilación de Set. Castrado, el asno servirá, desde entonces, de vehículo al tesoro de este mundo, pues se encaminará con paso lento pero seguro hacia los senderos pedregosos más difíciles y caminará allí donde el caballo no puede pasar.

Set es, pues, el doble-sentido del mundo, Pero según el significado siniestro, es el mal principio, causa de oscuridad, de rebeldía y de muerte aquí abajo.

 

Pernety también comenta respecto a los Cánopes, como si hablara de su contenido, lo que sucedía en una ciudad dedicada a este dios Cánope:


[…]En una desmbocadura del Nilo había una ciudad con el nombre da Cánope donde este dios tenía un soberbio templo. San Clemente de Alejandría[3] dice que en esta ciudad había una academia de las ciencias, la más célebre de todo Egipto, donde se aprendía toda la teología egipcia y las letras jeroglíficas, allí iniciaban a los sacerdotes en los misterios sagrados y no había otro lugar donde se explicaran con más atención y exactitud, es por esta razón que los griegos hacían frecuentes viajes allí. Sin duda que dando instrucciones sobre el dios Cánope se encontrarían en la necesidad de explicar al mismo tiempo todos los misterios velados bajo la cantidad de jeroglíficos de los que la superficie de este dios estaba llena.

 


 

 

 



[1] .  EL HILO DE PENÉLOPE, de Emmanuel d’Hooghvorst, tomo I, Arola Editors, Tarragona 2000, pg. 309.

[2] . La reproducción de este fresco egipcio se encuentra en E.-A. Wallis Budge, Osiris and egyptian Resurrection, ed. Ph. Lee Warner, Londres, 1911, vol. I, p. 48.

[3] . Clemente de Alejandría, Estromata, 1, 6

sábado, enero 09, 2021

PALABRAS DE EXILIO, de Carlos del Tilo

 

Fragmentos de la presentación de Raimon Arola

Entre los años 1995 a 1998 –en torno a los 70 años, pues el autor nació en 1924- Charles d’Hooghvorst nos sorprendió a todos los que le conocíamos escribiendo unos textos en forma de poemas, pues nunca antes había explorado esta vertiente literaria. Su obra se consagró al estudio de los temas más significativos de las grandes tradiciones espirituales, tanto en sus aspectos generales como, y, sobre todo, los esotéricos. Pero, y sin motivo aparente, en los años indicados surgieron de su alma unas palabras ordenadas como poemas, a veces cercanas a sentencias proverbiales o a una reunión de aforismos y otras cercanas a unas letanías… Él las denominó, simplemente, Palabras de exilio.

…Estas palabras son el fruto de muchos años de estudio, de traducciones de textos tradicionales, en especial cabalísticos, alquímicos y mitológicos, donde descubría la sabiduría que desde su juventud anhelaba y a la que denominaba, gnosis. En sus poemas no utiliza metáforas poéticas ni versifica, sino que construye símbolos en el sentido más amplio, y ello para describir una gnosis fundamentada en la obra de su amigo Louis Cattiaux y de su hermano Emmanuel.

…Aquí la belleza no responde a unas normas ni a unos cánones establecidos, sino que existe por el recuerdo constante que encierran sus palabras. Del Tilo crea una belleza sin prejuicios, pues encontrarla no es un fin sino el resultado de una cierta desnudez guardada en el eterno reposo. Las palabras de Carlos del Tilo, sus poemas, surgen de recorrer un camino que es, al mismo tiempo, belleza y verdad… sus palabras transpiran el amor loco de “Charles dit le Zou”, amaba el objeto de sus estudios y amaba a la humanidad.

miércoles, enero 06, 2021

LOS GIGANTES, según el Dicc. Mito-Hermético de Pernety


 GIGANTES[1]

 

Hijos del Cielo y de la Tierra. Hicieron la guerra a los dioses y quisieron destronar a Júpiter, que los fulminó a todos. Ya he explicado lo que ha de entenderse por estos gigantes en l<as Fábulas Egipcias y Griegas Desveladas, lib. 3, cap. 3 y 4.

Los Filósofos no tenían, en efecto, otra intención al inventar la fábula de los gigantes, que expresar la disolución de la materia de la Gran Obra y el combate que se realiza entonces entre ola parte volátil, que disuelve y la fija, que es disuelta en agua pero que consigue la victoria al fin fijando a su enemigo, que era un agua mercurial.

La sola etimología de los nombres que se dieron a los más famosos de estos gigantes basta para confirmarnos en esta idea: Briareo deriva de Beri, Subversa; Othus, de Onittoth, Tempestarum Vices; Ephialtes, de Evi o Ephi, nuves del Althah, Caligo, o Nubes Caliginis, o Nubes Horrida; Encelade, de Enceled, Fons Temporaneus, Torrens, La furia de las Aguas; Phorpyrion, de Phour, Frangere, Frustulatim difringere; Mimas, de Maim, grandes lluvias; Rhoecus, de Ruah, viento.


M. Peluche, proporcionándome estas etimologías en su Historia del Cielo, T. I, pag. 107 y 108, no se
imaginaba, ciertamente, aproximarse tanto al objetivo sin saberlo, pues la disolución de la materia, su volatilización y su caída en forma de lluvia están allí manifiestamente declaradas.



[1] . Diccionario Mito-Hermético, 3ediciones Indigo, traducción de Santi Jubany.

martes, enero 05, 2021

GANÍMEDES, según el Dicc. Mito-Hermético de Pernety

 GANÍMEDES[1]

 

Hijo de Tros, rey de Troya. Fue llevado al cielo por Júpiter, que había tomado la figura de un águila. Los Filósofos herméticos explican esta fábula como si fuese una alegoría de su Gran Obra.

Ganímedes es la parte fija de su materia, dispuesta en la Obra filosófica junto a la parte volátil, llamada Águila, que lleva al cielo, es decir, a lo alto del vaso, a la parte fija para caer finalmente las dos al fondo fijándose en materia sólida, a la que llaman Piedra Filosofal.

Cuando se dice que Ganímedes, después de haber sido llevado al cielo, se convierte en el copero de Júpiter, es para expresar esta lluvia formada por la materia volatilizada que al caer abreva a la materia gris llamada Júpiter, que se encuentra en el fondo del vaso.



[1] . Diccionario Mito-Hermético, ediciones Indigo, traducción de Santi Jubany.

viernes, enero 01, 2021

CIGNO, según el Diccionario Mito-Hermético de Pernety

 

CICNO[1]

 


La fábula menciona muchos personajes con este nombre: uno era hermano o pariente próximo de Faetón, el otro hijo de Neptuno y los dos transformados en cisne, lo que en sentido hermético significa la misma cosa ya que, como hijo de Neptuno, ha salido del agua mercurial, o mar filosófico que, siendo el principio del Apolo de los Sabios, padre de Faetón, no podría ser sino, pariente muy próximo del primero.

Se dice que los dos fueron transformados en cisnes porque, tanto en la primera operación como en la segunda, la materia ha de pasar del negro al color blanco. En la primera operación se realiza la metamorfosis del hijo de Neptuno y en la segunda, la del hermano de Faetón.

 

Todavía hay un tercer Cicno, hijo de Marte. Hércules mató a éste y se llevó a su hijo Hilas a la expedición para la conquista del Toisón de Oro. Matar o fijar el volátil son una misma cosa en el sentido de los Filósofos; así, cambiar al hijo de Neptuno en cisne, o matar al Cicno, no son más que una misma cosa, porque el color blanco no se manifiesta sino después de que se fije la materia en la primera operación. En la segunda, el fijo que había sido volatilizado por la disolución y la putrefacción, se fija una segunda vez al llevarlo al blanco.

 

Hércules se lleva consigo a Hilas a conquistar el Toisón de Oro: este Hilas es el Niño Filosófico, al que Hércules toma bajo sus cuidados hasta la perfección de la obra, que es, en propiedad, la conquista del Toisón de Oro.



[1] . Diccionario Mito-Hermético, de Pernety, ediciones Indigo, 1993, traducción de Santi Jubany.

miércoles, diciembre 30, 2020

CERBERO, según el dicc. Mito-Hermético de Pernety

 

CERBERO[1]



En el sentido que le dan los químicos vulgares es el Nitro; pero los Filósofos entienden otra cosa del Cerbero de la fábula. Los Poetas Filósofos imaginaron que un perro de tres cabezas, abiertas las fauces, guardaba la puerta de los Infiernos, encadenado por una cadena triple.

Los Alquimistas pretenden que todas las fábulas de los viejos no son más que enigmas de los que se sirvieron para ocultar las operaciones de la Piedra Filosofal. Ellos dicen, en consecuencia, que, por Cerbero, el perro de tres cabezas, ha de entenderse, o a la materia de la Piedra filosofal, compuesta de Sal, Azufre y Mercurio, encerrada en el triple vaso de los Filósofos, que son las tres cadenas que atan a Cerbero, o bien, a la materia, que es, en sí misma, el palacio de Plutón, dios de los Infiernos, siendo el triple vaso el perro de tres cabezas que guarda la puerta del palacio, impidiendo la entrada.

Esta última explicación me parece más verosímil, porque se ha dicho que Cerbero vomitaba fuego, lo que es propio de los hornos; y sin embargo no se ha de entender con esto que los hornos de los Alquimistas vomiten fuego, como aquellos hornos de los químicos ordinarios, ya que el fuego de la Filosofía Espagírica no es el fuego vulgar, sino el fuego de la naturaleza, un fuego que calienta sin quemar. Y quien conozca este fuego y la manera de graduarlo, estará bien avanzado en la Ciencia Hermética.

Que aquel que quiera estudiar esta ciencia tenga, entonces, a Hércules y que lo sepa unir adecuadamente con Teseo, su compañero inseparable. Así tendrá, prontamente, el secreto de los tres reinos.



[1] .  Diccionario Mito-Hermético, ediciones Indigo, traducción de Santi Jubany.

CELENO, hija de Atlas y CELENO, una de las Harpías, según el dicc. Mito-Hermético de Pernety

 

CELENO, hija de Atlas[1]

La fábula admite dos Celenos: una que era hija de Atlas y que tuvo comercio con Júpiter; la otra era una de las Harpías, hija de Júpiter y de la Tierra. Los Poetas, y quienes les han seguido, han dicho que las siete hijas de Atlas han conformado las siete Pléyades y que cada una de ellas está en relación con uno de los planetas, atribuyendo a Celeno Saturno. Para dar esta explicación se diría que han consultado a los Adeptos: esta atribución no podría convenirle mejor, pues Celeno proviene de una palabra griega que significa oscuridad, negrura, y el Saturno de los Filósofos no es otra cosa que la materia de la Obra, llevada al negro durante la putrefacción. Puede verse el artículo Harpías, lo que , además, significa Celeno.

 HARPÍAS

Monstruos hijos de Neptuno y de la Tierra. Tenían la cabeza de mujer, con un rostro pálido y lívido, el cuerpo de buitre con alas de hierro, garras en pies y manos y un vientre grande y enorme. Se llamaban Ocípete, Aelo y Celeno. Robaban ola comida de la mesa de Fineo e infectaban lo que dejaban. Zetes y Calais, hijos de Boreas, le libraron de ellas, persiguiéndolas hasta las islas Plotes. (ver las Fábulas, lib. 2, cap. 1)


[1] . Ediciones Indigo, traducción de Santi Jubany.

domingo, diciembre 27, 2020

ÁGUILA, según el Diccionario Mito-Hermético de Pernety

 

ÁGUILA[1]

Nombre que los Filósofos Herméticos han dado a su Mercurio después de su sublimación. Lo han llamado así en primer lugar, a causa de su volatilidad y luego porque, al igual que el águila devora a los demás pájaros, el Mercurio de los Sabios destruye, devora y reduce al mismo Oro a su primera materia, reincrudándolo.

Según Filaleteo cada sublimación es un águila, y aunque siete sean suficientes, se puede llegar hasta diez. Así, cuando dicen que es preciso preparar siete águilas para combatir al león no hemos de entender, dice el mismo autor, que haya que disponer siete partes de mercurio y de volátil contra el león, o una parte de fijo, sino que nuestro Mercurio es sublimado y exaltado siete veces.

“Cuantas más águilas habrá contra el león –dice Basilio Valentín- menos largo será el combate. Atormentad al león –añade el mismo autor- hasta que el tedio le venza y desee la muerte. Otro tanto se hará con el águila, hasta que llore: recoged sus lágrimas y la sangre del león y mezcladlas juntas en el vaso filosófico.” Todo esto no significa más que la disolución de la materia y su volatilización.

El águila era un pájaro consagrado a Júpiter porque el Mercurio de los Sabios se volatiliza arrastrando al fijo con él durante el tiempo en que el Júpiter de los Filósofos, o color gris, sucede a Saturno, o color negro. El águila que Júpiter envió para devorar el hígado de Prometeo no es otra cosa que la acción del volátil sobre el fijo, o piedra ígnea, a la que denominan minera del fuego celeste. Por esta razón han figurado que Prometeo robó el fuego del cielo y que Júpiter, para castigarle lo hizo atar a un peñasco, que simboliza la piedra fija de los Sabios, y que su hígado, la parte más cálida del hombre, fuese continuamente devorada por un águila. Que algunos digan que fue un buitre viene a significar lo mismo. Por esta razón, esta águila fue llamada hija de Tifón y de Equidna, es decir, de la putrefacción de la materia. (Véanse las Fabulas... lib. 5, cap. 17)

Los Espagiristas llaman águila a la Sal armoniac y al Mercurio sublimado a causa de la facilidad con que se subliman, pero no es del mercurio vulgar, ni de la sal armoniac de los drogueros que ha de entenderse esto sino de la de los Filósofos.



Águila devorando al León. Expresión Hermética que expresa la volatilización del fijo por el volátil, o del Azufre por el Mercurio de los Sabios.



[1] . Del Diccionario Mito-Hermético, de Pernety, Ediciones Indigo, 1993, de la estupenda y única traducción, del director de esta sección, Santiago Jubany.

sábado, diciembre 19, 2020

PSYCHE (Su Explicación)

Todos los Mitólogos han visto esta fábula como una alegoría que indica los males que la voluptuosidad, simbolizada por Amor, causa en el alma, bajo el símbolo de Psique.[1]

Pero se la puede explicar herméticamente, como las otras fábulas; según los Adeptos, Psique es el agua mercurial y Cupido, con su antorcha, su arco y sus flechas, representa la tierra fija, cálida e ígnea minera del fuego celeste, según Espagnet; en consecuencia, es hijo de Vulcano y de Venus y Psique, hija de un Rey y de una Reina, es decir, del Sol y de la Luna, dicen los Filósofos.

Sus encantos impresionaron al mismo Cupido, ciertamente no podía esposarse, según el Oráculo de Apolo, sino con un dios, pues el agua mercurial no se puede aliar y unir íntimamente más que con un dios hermético, es decir, un metal filosófico, temible al mismo infierno, ya que resucita, glorioso, de la putrefacción, llamada Infierno.[2]

Psique expuesta sobre una montaña para que Céfiro la lleve a un brillante palacio de oro, plata y pedrería, donde Amor la vendrá a visitar durante la noche, representa ese vapor que se eleva a lo alto del vaso Hermético, en el que, Basilio Valentín dice que sopla el Céfiro. Flamel la compara a una flor admirable, brillante de oro y plata, agitada por el viento. Este vapor depositado y descendiendo hasta el fondo del vaso disuelve la materia que allí se encuentra, la putrifica y la lleva al color negro, símbolo de la noche; entonces, dicen los filósofos, se realiza la unión de los dos, simbolizado por los encuentros con Cupido.

Psique no tuvo entonces el cuidado de reconocer a su Amante, que, en verdad, era ese dragón tan predicado por los Filósofos, esa serpiente Pitón, ese monstruo informe del que se ha hablado tanto en todas sus obras; pero Cupido sólo tiene el nombre de Serpiente, no su forma y por ello no ha perdido su belleza; solamente está oculta por la oscuridad de la noche, y tan pronto como Psique se ayudará de la luz de una lámpara para verle, es decir, cuando el color blanco sucederá al negro, reconocerá al más bello de los dioses, y al más temible.

Tenía las alas extendidas y desplegadas, presto a volar, cosa que hizo, en efecto, tan pronto fue despertado por una gota del aceite incombustible de aquella lámpara, de la que habla Artephius, que cayó sobre la espalda de Amor. Levantó el vuelo y elevó consigo a Psique, que quería retenerla. Esto es la volatilización de la materia, que se eleva hasta lo alto del vaso, lugar al que el fijo y el volátil ascienden conjuntamente.

Cupido deja caer a Psique, que se precipita hasta el gua mercurial, pero no para ahogarse en ella; las Náyades respetarán a la esposa del Amor y la llevarán hasta la orilla. A continuación, errará por el mundo buscando al Amor, ya que la materia en circulación, durante la volatilización, parece errar en el vaso hasta que ha encontrado de nuevo la tierra filosófica, representada por Ceres que, a pesar de ello, no puede protegerla de la indignación de Venus, porque ella misma todavía no está fija.

Juno, o la humedad del aire tampoco se lo puede prometer, Psique toma, por tanto, la decisión de ir a buscar a Cupido a casa de Venus, su madre, es decir, al color cetrino, llamado Venus, el cual sucede al blanco. Esta diosa ruega a Júpiter que envíe a Mercurio a buscar a Psique. He ahí al Mercurio filosófico en acción. Psique es presentada a Venus, que la maltrata y la obliga a diversos trabajos, que indican todo lo que sucede en las operaciones de la siguiente obra. Los diversos granos amontonados en una pila son separados por las hormigas, ello es la disolución de la piedra y la putrefacción, cuya agua negra, que el águila toma de la fuente para servir a Psique, es un símbolo todavía más significativo.

El Toisón dorado que Venus solicita es el Azufre de los sabios, aquel mismo que Jasón obtuvo. Pero para llegar a este color perfectamente negro, llamado Infierno por los filósofos, es preciso que Psique descienda hasta el reino de Plutón, para pedir a Proserpina una caja repleta de sus encantos. Esto no podrá conseguirlo si no se provee de dos pasteles y de dos monedas. Hacia allí se dirige Psique; encuentra a Caronte, ese viejo sucio, hediondo, cubierto de harapos, con barba gris; también habrá de encontrar a Cerbero, al que dará uno de esos pastelillos para llegar finalmente hasta Proserpina o color blanco, que le entregará la caja buscada por Psique.

El autor de esta fábula no ha creído, sin duda, necesario entrar en detalles porque la segunda operación no es más que una repetición de la primera. Se contenta con decir que la caja contiene un vapor somnífero, que se apodera de Psique cuando la abre con objeto de indicar, a través de ese vapor, la volatilización, y por su efecto, la fijación o reposo que se sigue. En este estado la encontrará Cupido, la conducirá al cielo y se unirá con ella para siempre.



[1] . Respecto a ello véase, en LA PUERTA, Nº 76, p. 35, el artículo de P. Saura Pau, PSYCHE Y CUPIDO.

[2] . INFIERNO: Los Filósofos Herméticos llaman con este nombre al trabajo inútil, y por así decirlo, eterno de los falsos alquimistas, que permanecen continuamente entre hornos encendidos sin ver jamás a Dios por más que lo deseen sin cesar, es decir, que no alcanzan la perfección de la Gran Obra, que les daría todo aquello que puede satisfacer al corazón humano en esta vida. A veces llaman Infierno a su materia en putrefacción, pues el negro es la imagen de las tinieblas y el infierno es un lugar de tinieblas y horror.

PSYCHE (La Fábula)

 

Me ha parecido interesante incluir aquí la historia de Psyque explicada por Pernety en su DICCIONARIO MITO-HERMÉTICO[1], puesto que en “LAS FÁBULAS” sólo se la menciona en la explicación de Cupido o de su madre Venus, entre otras,  y es una fábula digna de ser explicada, como las demás, mediante la “obra hermética”.


Aunque la fábula de psique no pertenezca al número de ficciones egipcias, encierra, sin embargo, los mismos principios y aquel que la imaginó los tenía a la vista; es demasiado bella para pasarla silencio; citaremos la versión de Apuleyo:

Un Rey y una Reina tuvieron tres hijas de las que, la más joven, era la más bella: la naturaleza, al crearla le había prodigado tales cuidados que parecía haberse superado a sí misma. La gente venía de todas partes a la corte del Rey para ver esa belleza singular; de la admiración se pasaba al amor más apasionado.

Venus, celosa al ver que Cnido, Pafos y Citera quedaban abandonados y desiertos por la prodigiosa concurrencia que atraía Psique, ordenó a Cupido que la hiriese con una de sus flechas haciendo que se enamorara de un objeto indigno de sus encantos. Cupido quiso ejecutar las órdenes de su madre, pero Psique obró sobre él la misma impresión que obraba sobre las demás gentes y quedó perdidamente enamorado. Las hermanas de Psique se casaron con Soberanos, pero ninguna persona osó aspirar a su posesión.

El oráculo de Apolo fue consultado sobre el destino de esta joven beldad, respondiendo que jamás tendría a un mortal por esposo, sino a un dios temible a los dioses y al mismo infierno; añadió que era necesario exponer a Psique sobre una alta montaña, al borde de un precipicio, ataviada con ornamentos que anunciasen duelo y tristeza. El oráculo fue obedecido y apenas fue al lugar indicado, un dulce Céfiro la llevó al medio de un bosque, a un palacio soberbio, brillante de oro y plata, del que cada losa era una piedra preciosa.

Este palacio le pareció deshabitado, pero unas voces le invitaron a permanecer en él. No le faltaba de nada: a las comidas, abundantes y delicadas le sucedían conciertos admirables, todos los placeres se seguían unos a otros, sin que Psique percibiese quien se los procuraba. Cuando la noche llegaba el esposo que le estaba destinado se aproximaba a ella, dejándola cuando llegaba el día, y esto sucedió durante muchas noches seguidas.

El Amor, informado de que las hermanas de Psique la buscaban primero le prohibió verlas, pero después, al verla triste y soñadora, le permitió que hablara con ellas, a condición de que no siguiera sus consejos. Aquel mismo Céfiro que la había conducido a ese lugar encantado transportó a sus hermanas. Psique, después de haberlas informado de su dicha, las despidió, cargándolas de regalos. Las dos princesas, celosas, resolvieron perderla y puesto que Psique les había dicho que su marido todavía no se había mostrado a ella, pero que la amaba perdidamente, encontraron la ocasión, en otra entrevista, de recordarle que el Oráculo de Apolo había hablado confusamente de yo no sé qué monstruo y le dijeron que su esposo era una serpiente que la mataría.

Psique asustada por este discurso, comenzó a sospechar sobre el porqué su marido no quería manifestarse a ella y les dijo que seguiría su consejo si le indicaban los medios de liberarse de tal inquietud. Ellas le aconsejaron que se escondiera una lámpara encendida y una navaja y que, cuando el monstruo estuviese dormido se sirviera de la lámpara para verle y de la navaja para degollarlo.

Psique siguió su consejo, salió de la cama, tomó la lámpara y el cuchillo, pero, en lugar de un monstruo encontró al Amor adormecido: su tez rojiza, su juventud, sus alas desplegadas su cabellera rubia y fluctuante le permitieron reconocerlo. Presa del asombro y al borde de la desesperanza por haber cometido una tal afrenta a tan amable esposo a punto estuvo de emplear contra sí misma el hierro con el que iba a degollar a su marido, pero una gota de aceite cayó de la lámpara sobre la espalda de Amor, despertándole. Sus encantos la atrajeron de nuevo, apaciguando su cólera: examinando el arco de Cupido y su carcaj se había herido en el dedo, comprobando la punta de una de sus flechas, la herida demasiado ligera como para sustraerla a los encantos del Amor no impidió que viera a Cupido alzar el vuelo; Psique quiso detenerle por el pie, pero Cupido la eleva, se la lleva y finalmente la deja caer.

Él se detuvo sobre un ciprés, reprochándole amargamente la poca confianza que merecieron sus consejos y desapareció. Psique, desesperada se precipitó a un río, pero las Ninfas, las Náyades, respetaron a la esposa del Amor y la llevaron a la orilla. Allí encontró al dios Pan, que le aconsejó que apaciguara a Amor. Erraba por el mundo buscando los medios de conseguirlo cuando reencontró a una de sus hermanas a la que comentó su aventura, diciéndole que Amor, para vengarse mejor, había resuelto casarse con una de sus hermanas. Henchida de esperanza la hermana escapó de su palacio hasta aquel lugar en que el Céfiro ja había elevado la primera vez e imaginando que todavía la transportaría se lanzó, dejándose caer para perecer miserablemente. Psique tendió la misma trampa a su otra hermana, que cometió la temeridad de dejarse engañar, pereciendo también.

Mientras tanto, Venus fue informada de los dolores que sufría Cupido y decidió buscar a Psique para castigarla. Esta esposa afligida siempre estaba buscando a su marido y habiendo llegado cerca de un templo, ofreció a Ceres una gavilla de espigas que había recogido rogándole que la tomara bajo su protección, pero la diosa le hizo saber que no podía hacer otra cosa que protegerla de su enemiga. Juno, a la que también encontró le dio poco más o menos, la misma respuesta; por tanto, Psique decidió ir a buscar al Amor cerca de Venus, su madre. Pero esta diosa, celosa, sin prestar atención a Psique, subió al Olimpo y rogó a Júpiter que ordenara a Mercurio i r a buscar a esa infortunada y que la trajera, Uno de los sirvientes de Venus la condujo hasta ella; la diosa, irritada, le arrancó los cabellos, desgarró sus vestidos, la maltrató con golpes y a continuación le ordenó que separara, durante el día, todos los distintos granos de guisantes, trigo, cebada, mijo, de adormidera, lenteja y habas que había hecho apilar, expresamente en un montón; Psique permanecía desconcertada e inmóvil, pero las laboriosas hormigas se encargaron del trabajo, evitándole el esfuerzo. A continuación, Venus le encargó que fuese al otro lado de un río muy profundo, que esquilara a unos corderos de lana dorada y le trajera la lana; cuando estaba a punto de precipitarse al río, una voz que salió de un rosal le enseñó un fácil medio de procurarse la lana, que llevó a la diosa.

Una mujer irritada no se calma tan fácilmente y tampoco Venus se calmó con tan pronta obediencia, por ello le ordenó que fuera a buscar una urna llena de un agua negra que surgía de una fuente, guardada por dragones. Un águila apareció, tomó la urna, la llenó de esa agua y se la puso en las manos para que se la diera a Venus; la diosa aún imaginó otro trabajo, todavía más difícil: Venus se quejaba de haber perdido una parte de su atractivo curando la herida de su hijo y ordenó a Psique que descendiera al reino de Plutón y demandara a Proserpina una caja en la que estaban guardados algunos de sus encantos.

Psique, no creyendo que fuera posible descender a la morada de los muertos sin morir estuvo a punto de precipitarse desde lo alto de una torre, pero una voz le indicó el camino de los infiernos, diciéndole que fuera al Ténaro, donde encontraría el camino que lleva a la morada de Proserpina, pero que no fuera allí  sin proveerse de un pastelillo en cada mano y de dos monedas que llevaría en la boca, de las que Caronte tomaría una después de haberla llevado en su barca y que encontrando al perro Cerbero, que guarda la entrada al palacio de Proserpina, le arrojara uno de los pastelillos y que, en fin, Proserpina la acogería favorablemente, que la invitaría a participar de un gran festín, pero que ella había de rechazar las ofrendas, sentarse en el suelo y no comer sino pan moreno, y entonces, Proserpina le entregaría la caja, que se guardaría muy mucho de abrir.

Psique aprovechó todos estos consejos y recibió la caja, tan deseada, pero apenas hubo salido de los infiernos abrió la caja con la idea de tomar para ella alguno de los atractivos que contenía. No encontró allí sino un vapor infernal y somnífero que al instante se apoderó de ella, haciéndola caer, dormida, al suelo.


Cupido, curado de su herida, y siempre apasionado por su querida Psique, escapó por una de las ventanas del palacio de Venus y, encontrando a su querida esposa dormida, la despertó con la punta de una de sus flechas, puso el vapor en la caja y le dijo que se la llevara a su madre.



Cupido, entonces, fue a encontrar a Júpiter, que convocó a los dioses, declarando ellos que el dios del Amor conservaría a Psique, sin que Venus pudiera oponerse a si unión. Al mismo tiempo ordenó a Mercurio que elevara a Psique hasta el cielo, donde tomó de la ambrosía en compañía de los dioses y se tornó inmortal. Cuando se celebraron las bodas se preparó un festín; todos los dioses participaron y hasta la misma Venus bailó en ellas.

 



[1] . He utilizado la traducción al castellano de Santiago Jubany, publicada por Ediciones Indigo, 1993, p. 427.